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13 de julio de 2011

Ricos, riquísimos, menos ricos, más ricos,...


Siempre ha habido ricos, riquísimos, menos ricos, más ricos, ricos que lo tienen todo y ricos que buscan nuevas experiencias, incluso en la cocina (tener tanto dinero es aborrecedor). Pusieron de moda la alta cocina donde su sabor y textura, no dejaba indiferente a nadie. Pequeñas obras de arte gastronomicas más dignas de una sala en el Guggenheim que de la cocina de un restaurante.  Hace pocos años surgió otra especie o clase de ricos, los nuevos ricos,  que empezaron a imitar a los ricos para poder diferenciarse de la clase trabajadora, aunque ellos lo fuesen.


De un día a otro, se compraron grandes coches, grandes casas, probaron nuevas experiencias… y la "fantasmeria" llegó a la posada pepa: platos de diseño minimalista y con un diminuto bocado. Su encogido tamaño seria más digno de una hormiga que de un humano.

Por suerte, una nueva era empieza, y es que la crisis, no siempre viene con un pan podrido bajo el brazo, a veces llevan un poco de Cabrales bajo el otro. Aunque su apestoso olor nos impida ver el delicioso manjar que hay debajo.

La crisis lleva consigo multitud de ahorradores de bolsillos pequeños, que hacen que en las cocinas se vuelva a cocinar como es debido, volvemos a comer para alimentarnos. Poco a poco, el rio vuelve a su cauce y las cartas de muchos restaurantes vuelven a brillar en todo su esplendor con la cocina española, por fin una tortilla de patatas es una tortilla de patatas, sin sorpresas.
La cocina tiene que estar siempre innovando, creando combinaciones, presentaciones bonitas, pero siempre con un principio básico. La comida es para subsistir, no es ningún capricho. Eso no significa que no disfrutemos de la comida, pero dejemos a los ricos ser ricos, además ¿No dicen que somos lo que comemos? ¿Y cada vez más, se mira que los productos sean sanos, naturales, ecológicos? ¿Entonces por qué tanta química en los restaurantes para crear texturas, olores,…? 

Los cocineros vuelven a ser personas con un gran talento y no expertos en química. Cocineros con un aire más fresco, desenfadado y cercano al público como nuestro apreciado Carlos Arguiñano. O nuevas caras, como por ejemplo el divertido cocinero David de Jorge, un cocinero con mucho estomago (ver su sección de Guarrindongadas). En su programa Robin food, él es 100% natural y políticamente incorrecto y aunque no a todos guste, en ¡la variedad está el gusto!


2 comentarios:

Macedonia Recetas dijo...

Buenas Sandra!Acabo de descubrir tu blog y me encanta! Para tener poco tiempo que dedicar, está todo genial. Ganás una seguidora!muaaa

Cakepops.es dijo...

Muchas gracias!!!! Si te gusta el blog, pasate por mi web www.cakepops.es ;)